Saturday, May 06, 2006

Escuela de Boxeo Carlos Fiora

Un cuarto de siglo haciendo escuela
Boxeo según Fiora

A veinticinco años de haber dado sus primeras clases,
el profesor de boxeo Juan Carlos Fiora no sale de su asombro por el interés que despierta la disciplina entre los jóvenes, sobre todo entre las chicas. Conducta y disciplina son los pilares de un trabajo que generó un espacio de camaradería e incluso de contención.

Dedicó más de la mitad de su vida al boxeo y la semana pasada cumplió 25 años transmitiendo sus conocimientos. La personalidad, la conducta y la camaradería de Juan Carlos Fiora siguen siendo imanes poderosos para decenas de jóvenes que eligen el boxeo como forma de entrenamiento.

Fiora llevaba 36 peleas como amateur y 6 como profesional cuando, en 1979, un problema renal lo sacó del ring. No seguiría peleando, pero jamás se desligaría de la actividad.

Con el comienzo de los '80, retomó el trabajo con su viejo entrenador Andrés Cejas y poco tiempo después compartió entrenamiento con Alfredo Navarro en La Plata. Ya en 1981, tuvo sus primeros pupilos en Berisso, al mudar la actividad al club Villa Banco Constructor.

Los clubes en los que se practicó la disciplina fueron varios: se cruzaron guantes en Villa Paula, Santiagueños y Villa Zula, hasta que hace seis años quedó fijo como base de operaciones el Gimnasio Municipal.

Allí, el espacio que antiguamente ocupara la división municipal de Electromecánica se transformó en una verdadera usina de la actividad física, ring incluido. El grupo ya estaba conformado, pero creció en forma sostenida a partir de entonces. Actualmente, con distintas metas, entrenan casi cien jóvenes. Un rasgo sobresale: la notable presencia femenina.

Chicas con guantes

"En general, las chicas se suman poco tiempo antes de que comience el verano, para ponerse en línea, pero después terminan enganchándose. Obviamente, lo aconsejable es la constancia", describe Norma Ocampo, con 28 años y 8 junto a Fiora. "Es una muy buena actividad aeróbica, porque trabajan todos los músculos del cuerpo", añade.

En el gimnasio ya no resulta extraño ver a adolescentes golpeando una bolsa. La instantánea se nutre incluso con el interés por el deporte que suscitó en algunas chicas el personaje que encarna Natalia Oreiro en un programa televisivo. Fiora está convencido de que el fenómeno va mucho más allá de la moda.

"Saltar la soga, pegarle a la bolsa, sirve incluso como cable a tierra. Como muchas de las chicas que vienen, si no vengo un día me falta algo", describe Ocampo, por ahora sin subir al ring a pelear.

El grupo que integra la pupila entrena a diario, en general a partir de la 1 de la tarde, cuando comienzan las tareas de elongación y trote. Quienes no pueden desocuparse temprano tienen la posibilidad de conformar el grupo que entrena lunes, miércoles y viernes entre las seis y las nueve de la noche.

Paso a paso

"Algunos chicos vienen con la idea de subir al ring enseguida, pero les explicás como es la mano y entienden", observa el maestro Fiora. "No se trata de enseñar por enseñar, para mandar a boxear a pibes con tres meses de práctica. Tengo chicos que llevan más de un año y medio entrenando y no suben. Lo primero es la conducta, la disciplina, y la línea boxística; eso se consigue trabajando despacito", completa.

Tras los entrenamientos no faltan las 'mateadas', especie de tercer tiempo en el que se fomenta la camaradería y se tocan temas que muchas veces van más allá de lo estrictamente boxístico.

Es que uno de los objetivos de fondo de la escuela, insistirá Fiora, es ofrecer a los chicos un camino que los aleje de los peligros de la calle. "En algunos casos logramos que chicos con un pasado difícil cambien notablemente en pocos meses de práctica. En el grupo hay varios que hoy son profesionales y hay muchos estudiantes", expone, confesando que uno de los premios más importantes que le dio la actividad en estos 25 años es encontrarse en la calle con chicos que le prodigan respeto y cariño.

"Hay personas que juzgan a este deporte como violento, pero no creo que lo conozcan a fondo", asegura.

El horizonte

A la actividad cotidiana, la escuela de Fiora suma algunos sueños. Entre ellos el de conseguir que alguno de sus integrantes pueda participar de un campeonato el año próximo. El antecedente próximo es el de Roberto (hijo del profesor), que hace menos de dos años llegó a semifinales del campeonato de la Federación Argentina de Box y hoy trabaja para convertirse en profesional.

El camino no es fácil. "Mientras se disputaba el campeonato, teníamos que trabajar intensamente con Roberto; eran 5 o 6 rounds diarios de bolsa, y cruzar guantes con chicos de distintos pesos y distintas características, además del entrenamiento físico", apunta Fiora.

Llevar a la escena competitiva a un pupilo no constituye el único objetivo a mediano plazo. A Fiora le gustaría concretar un proyecto que contempla la posibilidad de programar periódicas veladas boxísticas. El sueño va más allá. "Sería muy bueno traer alguna pelea por un título argentino o sudamericano", menciona.

La intención del profesor era, al cierre de esta edición, conversar acerca de la iniciativa con el Intendente Enrique Slezack, a quien le guarda especial gratitud por haber cedido el espacio que la escuela ocupa actualmente en el Gimnasio

Otra deseada línea de acción es la de la constitución de una Comisión de Boxeo, para concretar lo que se articuló en una iniciativa del Concejo Deliberante. "Con una Comisión estaríamos representados en la Federación y por ejemplo podríamos organizar festivales sin la necesidad de recurrir a gente de Buenos Aires, con lo que reduciríamos los gastos", expone Fiora.
Periódico: El Mundo de Berisso - abril 2006-

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

That's a great story. Waiting for more. » »

6:39 PM  

Post a Comment

<< Home